Seguro que de sobra conoceréis el nuevo Body Milk, Bajo la ducha de Nivea que salio este verano, tanto mi chico como yo estamos encantados con el y ya vamos por el segundo bote. Así que hoy quiero compartir con vosotros como me ha ido durante estos meses.

La Hidratacion de la piel es la gran olvidada, y es tan importante como cuidar la piel del rostro, yo reconozco que siempre voy a mil por hora, y pocos días tengo tiempo para aplicarme el body milk después de la ducha, y muchas de las veces se me olvida; en verano si que lo hago mas a menudo pero cuando llega el invierno me da mas pereza aun.

Así que para mi es el invento del siglo, solo tienes que ducharte y dentro de la ducha aplicarlo al igual que harías con una crema y dejarlo actuar unos minutos yo mientras tanto aprovecho para, ponerme el suvizante y acto seguido lo aclaro y encima durante ese tiempo me sirve para que el suavizante a la vez actué durante unos minutos así que mato dos pajaros de un tiro.




La textura es super cremosa, no es ni densa ni fluida, es una textura muy agradable a la hora de aplicarla y lo que mas me flipa es el olor, es super agradable, la verdad que soy malisima para describir a los olores pero a mi me parece que tiene un punto cítrico y fresco.

Cuando empecé a usarla fue en verano después de venir de la playa, y note que el bronceado me duro algo mas y conseguí evitar los temidos pellejitos, pero no os voy a engañar hay body milk que van mucho mejor, pero yo creo que cumple su función perfectamente y es ideal cuando vas con prisa, aunque tiene a su favor una gran ventaja que no tendrás ese efecto pegajoso que tienen los Body Milk  al ponerte la ropa que también es muy incomodo. Aunque el punto negativo se lo tiene que llevar el envase, seria mucho mejor que llevara dispensador, porque el envase boca abajo es muy engorroso a la hora de tener que estar cogiendo producto varias veces.