Va a parecer que tengo una especie de obsesión con Penelope, pero es que la pobre no dio una en el Festival de San Sebastian, y es que no entiendo esta mania suya de ir lo mas embutida posible, con prendas dos tallas menos que incluso da la sensación que no puedo dar un paso.
Por la mañana lucio un look total black, que en mi opinión fue el mas acertado pantalon capri (aunque esas rayitas en la entrepierna y esa abertura de los bolsillos me hacen sospecha que se volvió a equivocar de talla), chaqueta bordada y taconazo.
Y por la tarde eligió un vestido extra ajustado, con un estampado muy florar al que no nos tiene muy acostumbrados, ya que ella en la mayoría de las ocasiones apuesta por colores lisos.
Y los dos modelos anteriores no están nada ma,l vaaaaleeee aceptamos barco!!, pero es que con el look con el que se tenia que haber lucido mas es donde fracaso totalmente en la elección, un vestido vintage de Versace, el color rojo si que suele ser una de sus apuestas seguras, pero al tratarse de un vestido plisado y con esa forma como "de toalla recién salida de la ducha" le aporta demasiado volumen a su figura , y la elección del zapato tampoco es la adecuada porque le hace un efecto "pati corta" que no le hace nada bien y respecto al peinado no le favorece esa melena aplastada hacia un lado, mejor pelo suelto o para este look un recogido.